De entre todas las especialidades, hoy nos centraremos en el patinaje sobre hielo.
El patinaje comprende distintas modalidades, pudiéndose practicar el patinaje artístico, el patinaje sobre patines, el patinaje sobre hielo, etc. Lógicamente, la superficie donde practicarlos va a variar si se trata de un deporte donde se necesita el hielo a otro donde simplemente necesitamos pavimento o parquet.
Existen dos tipos de pista municipal de patinaje sobre hielo: por un lado tenemos las pistas naturales, y por el otro, las pistas artificiales.
Las pistas de hielo naturales requieren una superficie de agua congelada de suficiente grosor como para resistir el peso de las personas que vayan a utilizar la pista. En ocasiones se emplean sin ningún tratamiento adicional, pero comúnmente se alisan mediante máquinas pulidoras de hielo.
Una pista de hielo artificial es una superficie limitada por una valla perimetral en la cual se genera y se mantiene una capa de hielo de manera artificial, o sea, con la ayuda de una máquina enfriadora.
Para montar una pista, el primer requisito es tener un suelo plano, firme y nivelado. El suelo se cubre con lo que se llama la manta frigorífica que está constituida por una red de tuberías conectadas entre si, formando un circuito cerrado. Esta manta frigorífica está conectada a unos colectores principales que se encuentren a uno de los dos lados de la pista de hielo. A su vez, los colectores principales estén conectados a una bomba de agua, un deposito (llamado el pulmón o buffertank) y finalmente a la máquina enfriadora. Todo ese conjunto forma un circuito cerrado que es la base de la futura pista de hielo.
Entonces, se llena el circuito con una mezcla de anticongelante y agua y se enciende la máquina enfriadora. La bomba hace que el líquido circule continuamente por la red de tuberías de la pista de hielo y el buffertank permite expulsar el aire que si no se quedaría atrapado en el circuito. A continuación y con una manguera de agua, se echa forma de spray la primera capa de agua encima de los tubos de la manta frigorífica y el agua se cristaliza de inmediato. Ese proceso se repite una vez tras otra y poco a poco se va formando la capa de hielo. El grosor ideal para una pista de hielo es de unos 6 a 8 cm.