El uso de la piscina municipal

El uso de la piscina municipal

Se trata de uno de los complementos que suele tener un gimnasio o complejo deportivo, aunque también pueden servir como instalación única en verano.

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Acudir a una piscina municipal es algo común entre la gente de cada ciudad o población. Por un lado, podemos encontrar aquellas piscinas que se encuentran dentro de una instalación deportiva y que comparte espacio con otras actividades, como las pistas municipales. Éstas suelen ser cubiertas, aunque también hay descubiertas. Por el otro lado, existen las piscinas municipales como tal, es decir, aquellas que abren en temporada de verano y que simplemente se trata de un complejo formado por la piscina, además de otros servicios complementarios como puede ser el bar. Suelen ser siempre descubiertas.

La principal finalidad de cualquiera de los dos tipos de piscina es ofrecer un servicio de ocio a sus clientes. Es por ello que el cuidado de la piscina es imprescindible: la depuración, la higiene, el clorado y el filtro biológico son cuatro de los elementos imprescindibles de éstas.

Otro aspecto importante a tener en cuenta es el ahorro de agua. Se trata de espacios con una amplia capacidad y el cuidado de éstos puede ahorrarnos mucho dinero.
En zonas donde hay dificultades para el suministro de agua, es importante cuidar el gasto de agua. Aunque no se suele contemplar, un gasto importante es el que producen los bañistas al introducirse en el vaso para el baño. Una persona media, de unos 70 kg de masa, desplaza unos 65 litros de agua; 100 personas 6.500 litros, (6,5 m3), que normalmente van al desagüe por los rebosaderos. Cuando ya no hay bañistas debe reponerse con agua de la red. Pera evitarlo, es conveniente establecer depósitos proporcionados para retener el agua y reintroducirla cuando la piscina se vacíe de nadadores.

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