Es la técnica que se utiliza desde hace años y que compite con las nuevas técnicas de depilación eléctrica, láser y fotodepilación
La depilación con cera es una de las técnicas de depilación más antiguas conocidas pero que no por eso deja de ser popular entre mujeres y cada vez más en hombres. Pese a la irrupción de otras técnicas más sofisticadas como pueden ser la depilación eléctrica, la depilación láser o la fotodepilación, la depilación con cera no pierde popularidad gracias, en gran parte, a que sus resultados son óptimos, dejando las zonas depiladas suaves y retardando el crecimiento del pelo por más tiempo.
Esta técnica de depilación consiste en aplicar cera en la parte del cuerpo que se quiere dejar limpia de vello, normalmente las piernas, incluso a veces las axilas. Se pueden elegir dos tipos de cera: la caliente y la fría.
La depilación con cera caliente es la técnica de depilación por excelencia, debilitando el vello desde la primera depilación y dejándolo cada vez más fino para que con el tiempo deje de crecer y desaparezca.
La depilación con cera tibia o cera fría es más cómoda y fácil de usar y resulta más beneficiosa para la piel, puesto que no hay riesgo de producirse leves quemaduras o varices.
Mucha gente se pregunta si es posible realizar una depilación con cera sin dolor, y la realidad es que, por lo menos las primeras veces, se trata de una técnica dolorosa y que puede producir alguna quemadura leve en el caso de utilizar la cera caliente. Sin embargo, se trata de un método duradero, pudiendo lucir tus piernas suaves y sin vello durante casi un mes, y reutilizable, ya que puedes usarla más de una vez.